En diciembre de 2022, se aprobó la Ley de Startups (Ley 28/2022, de 21 de diciembre), que reconocía por primera vez en el ordenamiento jurídico español una regulación específica para las empresas emergentes de base tecnológica. Esta ley supuso un gran avance para fomentar el ecosistema de las startups, facilitando el acceso a beneficios fiscales y administrativos para estas empresas de alto potencial.
Ahora, con dos ejercicios completos (2023 y 2024) de aplicación, es el momento perfecto para hacer balance y proponer algunos ajustes necesarios para que los beneficios previstos tengan un impacto real en el ecosistema emprendedor.
📊 Impacto inicial de la Ley de Startups
Según datos de ENISA, más de 1.400 proyectos han obtenido el certificado de Empresa Emergente, aprovechándose de las ventajas recogidas en la ley. Cabe elogiar el esfuerzo de ENISA, que ha logrado tramitar las solicitudes en plazos razonablemente rápidos.
Sin embargo, la experiencia ha demostrado que ciertos aspectos de la Ley podrían mejorarse para asegurar que las startups realmente se beneficien de sus medidas y para adaptar mejor la normativa a las necesidades del ecosistema emprendedor.
⚖️ Áreas de mejora para la Ley de Startups
1️⃣ Impuesto sobre Sociedades: Ajustar la duración del beneficio fiscal
Actualmente, las empresas emergentes disfrutan de un tipo reducido del 15% en el Impuesto sobre Sociedades durante el primer período impositivo con base imponible positiva y en los tres siguientes. Sin embargo, la mayoría de las startups no generan beneficios en sus primeros años de vida, lo que hace que este incentivo pierda eficacia.
Propuesta:
Extender este tipo reducido más allá de los cinco o siete años de antigüedad de la empresa para garantizar que aquellas startups que tarden más en alcanzar la rentabilidad también puedan beneficiarse del incentivo fiscal.
Atracción de talento: Ampliar el beneficio fiscal más allá de los empleados
La ley contempla una exención en IRPF de hasta 50.000 euros anuales por la entrega de acciones a empleados de empresas emergentes, una medida aplaudida para atraer talento. Sin embargo, esta exención no incluye a los business angels, que a menudo desempeñan un papel clave como mentores y asesores en fases iniciales.
Propuesta:
Ampliar este beneficio fiscal a los business angels, permitiendo que la retribución en participaciones de la empresa emergente no esté sujeta a tributación inmediata, incentivando así su participación activa en el desarrollo de startups.
Inversión en startups: Incentivos para vehículos de inversión colectiva
Aunque la ley ha mejorado las deducciones fiscales para personas físicas que invierten directamente en startups (hasta el 50% de deducción sobre 100.000 euros anuales), no se contempla este beneficio para vehículos de inversión colectiva (como S.L. creadas por business angels).
Propuesta:
Permitir que los business angels que inviertan a través de vehículos societarios puedan beneficiarse de las mismas deducciones fiscales. Esto potenciaría la creación de redes de inversores, incrementando la diversificación y el apoyo a las startups en fases iniciales.
📢 Conclusión: Una oportunidad para seguir avanzando
La Ley de Startups ha sido un gran paso para situar a España a la vanguardia del emprendimiento en Europa. Sin embargo, hay margen de mejora para garantizar que las startups puedan beneficiarse plenamente de las ventajas fiscales y administrativas. Las modificaciones propuestas no son complejas ni difíciles de implementar, pero pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo del ecosistema.
En mentorDay, creemos que es el momento de dar el siguiente paso y seguir adaptando nuestra legislación a la realidad del emprendimiento. Solo así lograremos construir un entorno normativo favorable para el talento, la innovación y la inversión, impulsando la creación de empleo y promoviendo un crecimiento económico sostenible.
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