Creencias limitantes del emprendedor

¿Las creencias limitantes te impiden alcanzar tus metas como emprendedor? Descubre cómo identificarlas y superarlas en nuestras WikiTIPs
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CREENCIAS LIMITANTES DEL EMPRENDEDOR

Acelera tu empresa con estos consejos de expertos que cuenta sobre «Creencias limitantes del emprendedor». ¡Analiza y descubre esta TIP!

Las creencias limitantes son pensamientos o ideas que nos impiden avanzar y alcanzar nuestras metas.

Algunas de las creencias limitantes más comunes que pueden afectar a un emprendedor son

  • «No soy lo suficientemente bueno»: Este tipo de creencia limitante puede hacer que el emprendedor tenga miedo a tomar decisiones importantes o a lanzarse a nuevos proyectos. Puede sentir que no tiene la capacidad o los conocimientos necesarios para tener éxito.
  • «No tengo suficiente experiencia»: A menudo, los emprendedores que acaban de empezar su carrera pueden sentir que no tienen la experiencia necesaria para triunfar. Esto puede hacer que se sientan inseguros a la hora de tomar decisiones y que posterguen el lanzamiento de su proyecto.
  • «El éxito es para los demás, no para mí»: Esta creencia limitante puede hacer que el emprendedor se sienta inferior a otros empresarios o que sienta que el éxito es algo inalcanzable para él. Esto puede hacer que se rinda antes de intentarlo o que no tenga la confianza necesaria para llevar su proyecto adelante.
  • «No tengo suficiente dinero»: La falta de recursos económicos es una de las principales preocupaciones de los emprendedores. Sin embargo, si esta preocupación se convierte en una creencia limitante, puede hacer que el emprendedor postergue el lanzamiento de su proyecto o que no tenga la confianza necesaria para invertir en él.
  • «Si fallo, seré un fracaso»: El miedo al fracaso es una creencia limitante muy común entre los emprendedores. Si esta creencia se convierte en una obsesión, puede hacer que el emprendedor se sienta paralizado y que no tome las decisiones necesarias para avanzar en su proyecto.

Es importante reconocer estas creencias limitantes para poder superarlas y avanzar en el camino hacia el éxito como emprendedor.

¿Cómo detectar las creencias limitantes de un emprendedor?

Las creencias limitantes son aquellas ideas o pensamientos que limitan el potencial de una persona, y los emprendedores no son la excepción.

PARA DETECTAR LAS CREENCIAS LIMITANTES DE UN EMPRENDEDOR, AQUÍ HAY ALGUNAS SUGERENCIAS:

  • Escucha activamente lo que dice el emprendedor: Presta atención a las frases que usa, y en particular a aquellas que comienzan con «No puedo», «No sé cómo» o «Es imposible». Estas frases pueden indicar que el emprendedor tiene creencias limitantes sobre lo que es posible.
  • Observa su comportamiento: Las creencias limitantes también se pueden ver en el comportamiento del emprendedor. Si un emprendedor siempre evita ciertas situaciones o tareas porque cree que no puede hacerlas, esto puede indicar una creencia limitante.
  • Haz preguntas: Pregúntale al emprendedor acerca de sus metas, planes y sueños. Si sus respuestas indican que no cree que pueda lograr lo que quiere, es posible que tenga una creencia limitante.
  • Observa cómo maneja los desafíos: Cuando el emprendedor se enfrenta a un desafío, presta atención a cómo reacciona. Si inmediatamente se rinde o pierde la confianza en sí mismo, esto puede ser una señal de una creencia limitante.
  • Ofrece apoyo y aliento: Si crees que el emprendedor está lidiando con una creencia limitante, ofrécele apoyo y aliento. Hazle saber que crees en él y que crees que es capaz de lograr sus metas.

Recuerda que las creencias limitantes son comunes y normales, y que a menudo pueden superarse con la ayuda adecuada. Si detectas una creencia limitante en un emprendedor, ayúdalo a encontrar formas de superarla y alcanzar su máximo potencial.

“Nuestras creencias sobre lo que somos y lo que podemos ser, pueden determinar, precisamente, lo que podemos ser“ – Anthony Robbins

Hay creencias del emprendedor que le limitan su acceso al éxito. 

Cada persona tiene sus propias creencias limitantes, pero hay varias que son comunes en muchos emprendedores

«VENGO DE UNA FAMILIA CON PROBLEMAS POR ESO ME CUESTA TENER ÉXITO»:

Hay personas que tienen un apego tan grande por las raíces, por el lugar de origen y por la familia, que les hace creer que ellos “son y serán” iguales que su familia. Es una especie de “lealtad” o “solidaridad” que no los lleva a ningún lado. Nosotros no elegimos donde nacer ni la familia que nos toca, pero sí elegimos lo que hacemos con nuestra vida una vez que tenemos cierto grado de conciencia. Venir de una familia inculta, pobre, sin apoyo, etc., no determina nuestro futuro.

  • En realidad: nos motiva a ser mejores.

«ES MUY ARRIESGADO Y NECESITO UN SALARIO MENSUAL»:

Todos tenemos compromisos económicos que cumplir y mucho más si estamos en familia, pero; ¿Quién dijo que deberías renunciar a tu trabajo? Es curioso que la mayor parte de los emprendimientos, inician cuando llega el desempleo, pero si decides emprender desde la seguridad y confianza que te da estar trabajando, adelantaremos mucho camino. El apoyo de tu círculo familiar es clave y, por esto mismo, será el gran motivador para avanzar en tu emprendimiento.

«SE NECESITA TENER SUERTE PARA CONSEGUIR CIERTAS COSAS»:

La suerte es el punto de intersección donde la oportunidad y la preparación se encuentran. Si llega el momento y no estás preparado, entonces tendrás mala suerte. Sin embargo, entiendo la definición de “suerte” de muchas de estas personas (hechos aleatorios ajenos a nuestro control y que nos afectan) pero créeme, este tipo de suerte juega una pequeñísima parte en nuestras vidas. Una, dos o diez cosas que nos hayan sucedido por “mala suerte” no interfiere en las miles de cosas que hacemos con plena consciencia y bajo nuestro total control para conseguir nuestras metas.

«SOY MUY VIEJO O MUY JOVEN PARA EMPRENDER»:

Tener mayor experiencia no te hace viejo. Por el contrario, es una oportunidad para emprender desde el conocimiento que has acumulado durante esos años, seguramente tendrás un círculo profesional y ellos serán tu mejor marco de referencia, incluso pueden convertirse en tus clientes o en tu apoyo profesional. Encontrarás amplias oportunidades gracias a ese camino recorrido. Por el contrario, si te crees muy joven, te invito a leer historias inspiradoras de emprendedores como Bill Gates y Mark Zuckerberg que desarrollaron sus negocios prácticamente desde la universidad. Ellos son personas con ejemplos reales y que en algún momento decidieron dar el primer paso. La edad no es un factor relevante, lo que necesitas es motivación, disciplina y determinación para hacer lo que otros no se atreven.

«NO TENGO DINERO/CONTACTOS/EXPERIENCIA Y POR ESO NO ME VA BIEN»:

Todos carecemos de ciertas cosas. Lo bueno de las carencias, es que son tan solo “agujeros” que debemos rellenar.

¿TE FALTA DINERO? 

Pide un préstamo, un crédito o ahorra para conseguirlo.

¿TE FALTAN CONTACTOS? 

Júntate con personas que te puedan servir de apoyo para lo que necesitas.

Y, por favor, no me digas “no es tan fácil” (porque ese comentario me haría pensar que quieres obtener las cosas sin esfuerzo). Tenemos que identificar nuestras carencias y planificar la manera de eliminarlas. No usarlas como excusa.

«NECESITO MUCHO DINERO PARA EMPRENDER»:

Si quieres ganar debes invertir, desde tu talento, tiempo y dedicación, estamos hablando de inversión. Quién está dispuesto a invertir está dispuesto a ganar, derriba la creencia de escasez porque desde ella limitas tu conexión con la abundancia, idealmente busca contar con un ahorro para superar cualquier imprevisto. Emprender puede resultar incluso económico, si lo haces desde tu experiencia y conocimiento, ofreciendo tu talento como asesor o consultor y de esta manera el mayor activo será tu propio conocimiento.

«HAY QUE ANALIZAR TODO MUY BIEN ANTES DE DAR EL PRIMER PASO»:

Esta creencia es muy común entre muchos emprendedores que buscan la seguridad y estabilidad en todo lo que hacen. Estoy de acuerdo en que no podemos lanzarnos sin tener conciencia de los riesgos, pero no hace falta tenerlo todo “bajo control” antes de dar el primer paso. Muchos emprendedores siguen esperando que llegue el momento correcto y la oportunidad correcta, en vez de dar el primer paso y dejar que la inercia, junto a la preparación, los guíen por el camino correcto.

«…ES QUE MI CASO ES DIFERENTE»:

Esta es la peor de todas. Somos tan especiales y al mismo tiempo tan ególatras, que pensamos que nuestro caso se sale de cualquier norma y tenemos condiciones especiales que nos hacen ser como somos y tener los resultados que tenemos. Creemos que nuestras condiciones son más difíciles, más crueles y más injustas que las del resto de las personas.

Es un autoengaño condescendiente y complaciente que justifica nuestras acciones a través de frases como: “él ha conseguido tener éxito porque (cualquiera de las razones), pero para mi no es tan fácil porque (cualquiera de las excusas)”. Todos tenemos problemas, obstáculos y dificultades. De nosotros depende usarlos como excusa o como retos para volvernos cada día más fuertes, más ágiles y mejores en lo que hacemos.

«NO TENGO LOS SUFICIENTES CONOCIMIENTOS»:

Vivimos en un mundo cambiante y seguramente si quieres entregar valor te interesará actualizarte, mejorar tus competencias y habilidades para construir tu idea emprendedora con mayor solidez y seguridad. Estar dispuestos a la mejora constante solo depende de tus ganas de avanzar. Recuerda que, quien no se prepara para competir desde la innovación y creatividad puede quedar fuera de la carrera.

«NO SOY BUENO/A PARA VENDER»:

Esta es una de las creencias más comunes en el mundo del emprendimiento y a la vez una paradoja pues queremos tener clientes, pero no queremos vender, esperamos que estos lleguen solos. Detrás de esta actitud existe un miedo al rechazo, al revisar esta creencia es evidente que en la mayoría de los casos el acto mismo de vender es relacionado como algo malo, en el inconsciente se cree que vender es querer aprovecharse del otro o sacar ventaja, incluso es vinculado con mendigar o rogar. Recuerda que sin clientes no hay ingresos, y sin ingresos, por supuesto no sobreviviremos.

«TENGO MIEDO A FRACASAR»:

El miedo al fracaso es considerado una de las creencias que más limitan el espíritu emprendedor, es normal sentir miedo desde la incertidumbre, pero la diferencia, es la forma cómo lo usas. Según estudios realizados por la revista Harvard Business Review, existen varias fuentes de miedo al fracaso, entre ellas; la seguridad financiera, la capacidad personal/autoestima, la capacidad de la empresa para cumplir su promesa, entre otras. El emprendedor suele gestionar el miedo a su favor para motivarse, y lo empuja a realizar sus mejores esfuerzos para formarse, actualizarse y convertirlo en su mejor aliado hacia el éxito.

«AHORA NO ES BUEN MOMENTO PARA EMPRENDER»:

Con la nueva realidad provocada por el COVID-19, los mercados están enfrentando nuevos desafíos y también problemas económicos que no podemos negar, pero ten en cuenta que históricamente en medio de las grandes crisis también surgen oportunidades y negocios rentables. Evocando aquella frase que dice; “donde unos lloran, otros venden pañuelos”, sabemos que quejarse no es la solución, así que piensa que siempre habrá caminos y oportunidades, el mundo digital abrió un sinnúmero de opciones para impulsar a los emprendedores. Las creencias limitantes son “aquellas percepciones particulares que desde pequeños hemos ido desarrollando y que nos impiden crecer en varias áreas de nuestra vida”.

OTRO EJEMPLO:

Desde niños nuestro entorno nos decía que debíamos estudiar para conseguir un buen empleo y ganar mucho dinero, y esto nos condiciona a considerar que sólo, a través, de una empresa lograríamos bienestar y riqueza, es ahí donde encontramos un bloqueo que genera una creencia limitante.

En esta TIP vamos a trabajar el concepto “creencias” y muy en particular todo lo que tiene que ver con cómo se forman y el papel que estas juegan en la vida del emprendedor. Nuestro papel como mentores en la relación con el emprendedor, es de facilitador.

Facilitamos un espacio de reflexión que le tiene que servir para aclarar dónde están, dónde quiere estar y lo que necesitan cambiar/hacer para llegar hasta allí. Esto supone en muchos casos, realizar un cambio en su manera de pensar, de sentir o simplemente de hacer, y nuestra labor es facilitar esa transición de pensamiento.

Vamos a centrarnos en el concepto creencias limitantes, como parte de un proceso de pensamiento que les aleja o impide avanzar en vez de  impulsar y crear su empresa. 

Creencias. Concepto y tipos de creencias 

«Un grupo de colonos prepara el campamento en territorio Apache. Uno ellos está muy inquieto.

Por lo que otro más veterano le dice:

-Ve a dormir tranquilo, todo el mundo sabe que los indios no atacan antes del amanecer.» 

A lo que el primero responde: 

-Sí, pero… ¿Lo saben los indios?». 

Las creencias, según Robert Dilts, son «básicamente juicios y evaluaciones sobre  nosotros mismos, los demás y sobre todo el mundo que nos rodea». Creencia es el firme asentimiento y conformidad con algo. Es la idea que se considera verdadera y a la que se le da completo crédito como cierta.

Rescatando el concepto desde la propia definición ya vemos que, se apoya en el concepto “juicio o interpretación y evaluación” sobre algo que está sucediendo y la  distancia que existe entre la realidad versus lo que interpretamos que sucede en ella. Efectivamente, pasamos la vida interpretando lo que sucede. De hecho, más del noventa por ciento de lo que hablamos lo hacemos desde esa mirada subjetiva.

Tan solo, respetamos un pequeño espacio, para describir hechos y realidades de forma objetiva. Tenemos que entender que esta manera de comunicarnos (con los demás y con  nosotros mismos) no es buena o mala a priori, simplemente es nuestra manera de  conversar y convivir.

Por lo tanto, la cuestión no es dejar de juzgar, dejar de opinar o  dejar de interpretar sobre lo que sucede sino ser capaces de analizar (juzgar) nuestra manera de juzgar. 

Este juego de palabras viene a decir que debemos ser capaces de reflexionar si  nuestros juicios y nuestras evaluaciones subjetivas nos facilitan alcanzar los objetivos  que tenemos o por el contrario nos alejan o impiden lograrlos.  Desde esta perspectiva, estamos hablando de creencias potenciadoras limitantes.

Todos, cuando digo todos me refiero a TODOS, mentor y emprendedor,  tenemos unas cuantas de cada tipo. Las creencias nacen desde el interior de una persona (se desarrolla a partir de las  propias convicciones y los valores morales), aunque también es influenciada por  factores externos y el entorno social (la presión familiar, los grupos dominantes, etc.). 

Las creencias limitantes son aquellos pensamientos que, por su naturaleza, impiden que realices ciertas acciones o conductas que te beneficiarían física, psicológica, emocional o socialmente.

Las creencias potenciadoras son aquellas que animan o provocan conductas que te llevan a donde quieres llegar, o te conducen a tu objetivo deseado. 

…Me explico mejor…

Las creencias provocan que nos comportemos de una determinada manera. De este  modo, una misma creencia puede ser potenciadora o limitante dependiendo de la  situación donde nos encontremos. 

Por ejemplo, pensar: “nunca podré hablar en público” puede tener un efecto positivo en nosotros que es protegernos de la opinión pública, pero se convierte en una creencia limitante si fuera necesario que habláramos en público.

Llegado el caso en que tuviéramos que subirnos a un escenario, esa creencia solo nos impediría hacerlo bien, porque una condición que tienen las creencias es que tienden a cumplirse. Así que, en ese caso, todo tu cuerpo haría realidad tu incapacidad para que sea verdad  que “no vales para hablar en público”. 

Como ves, las creencias guían nuestra vida y nuestros comportamientos diarios. Pero existe una buena noticia y es que si nuestras creencias no nos están ayudando (si son creencias limitantes) pueden cambiarse por otras que nos sirvan en nuestra vida.

LIMITANTESPOTENCIADORAS
Yo no puedoYo puedo
No soy capazSoy capaz
No soy fuerteSoy fuerte
No soy creativo / aSoy creativo / a
No soy bueno / aSoy bueno / a
Mostrar los sentimientos es de débilesMostrar los sentimientos es natural

Las creencias son básicamente juicios y evaluaciones sobre: 

  • Nosotros mismos. 
  • Los demás.
  • Y sobre el mundo que nos rodea. 

El emprendedor debe de tener claro que: aquello en lo que crees determina quién eres, lo que haces y lo que consigues. Muchas de esas creencias, son limitantes.

Es decir: en vez de ayudarte a ser mejor persona y conseguir lo que quieres, funcionan como una barrera que te separa de lo que quieres alcanzar.

LA GRAN MAYORÍA DE ESTAS CREENCIAS LIMITANTES SE GENERAN POR:

  • Falta de autoestima (no te crees suficientemente bueno o merecedor).
  • Imposiciones de la sociedad (lo que tus profesores, amigos, familiares o pareja consideran “correcto” y lo que ellos esperan de ti).
  • Malas experiencias del pasado (tragos amargos que no se olvidan y que dejan huella en tu personalidad).

Todos tenemos creencias limitantes. Lo importante es identificarlas, reconocer las que nos están limitando y convencernos que lo que creemos NO es cierto.

  • SESGO DE CONFIRMACIÓN

El “sesgo de confirmación” consiste en buscar pruebas para demostrar que nuestras creencias son ciertas. Al hacer esto, solo nos enfocamos en los hechos que nos dan la razón e ignoramos las millones de pruebas que nos demuestran que nuestra creencia es falsa.

Por ejemplo: “soy demasiado joven para tener éxito”.

Nuestro sesgo de confirmación hará lo posible por enfocarse en los casos de jóvenes que fueron rechazados por su inexperiencia y los que no fueron tomados en serio por su apariencia, en vez de enfocarse en los millones de jóvenes alrededor del mundo que alcanzaron sus mayores metas antes de cumplir los 40 años de edad.

  • IDEAS CLAVES SOBRE LAS CREENCIAS

Son principios de acción, sobre los que actuamos como si fueran ciertos. Construimos nuestras creencias basándonos en nuestra experiencia y, a la vez, nuestras creencias influyen sobre nuestras experiencias. Las creencias cambian como resultados de la experiencia y las experiencias cambian como resultado de las creencias. Podemos saber lo que una persona cree por lo que hace, no por lo que dice. Todos tenemos nuestra propia realidad, creada y sustentada por nuestras  creencias, y actuamos según esta realidad. 

  • CREENCIAS DEL COACH/MENTOR NECESARIAS PARA EL PROCESO

Para poder ejercer nuestro rol de la mejor forma posible, los coaches/mentores nos  apoyamos en algunas creencias potenciadoras. 

COMO COACH/MENTOR, ALGUNAS DE ESTAS CREENCIAS SON:
  • Las personas pueden cambiar sus comportamientos. 
  • Los comportamientos mantenidos en el tiempo cambian nuestra identidad. 
  • Las personas no hacen mal las cosas a propósito, no tiene sentido. 
  • Nuestra percepción de la realidad no es la realidad. 
  • Todo individuo lleva un talento dentro que espera ser revelado.
  • Tomar el error como aprendizaje nos acerca a la meta. 
COMO COACH/MENTOR PRESUPONEMOS QUE:
  • Si quieres comprender, actúa. En coaching y mentoring la acción consiste en dar los pasos adecuados para avanzar hacia los objetivos marcados. 
  • El fracaso no existe, solo existe el aprendizaje. Debemos entender el fracaso tan solo como un juicio sobre los resultados medidos a corto plazo. El único fracaso  frente a la obtención de un objetivo es el abandono y, en cualquiera de los casos, la elección siempre corresponde al individuo. 
  • La creencia más potente de todas para un mentor es la de que todos tenemos los recursos que necesitamos.
  • Todo comportamiento tiene un propósito.
  • Nosotros creamos nuestra propia realidad. Nuestros objetivos, nuestras creencias y valores construyen nuestros mapas mentales.
  • Siempre hay opciones, y siempre tenemos opción de elegir. 

CÓMO DETECTAR CREENCIAS LIMITANTES

¿Sabes que nos hablamos a nosotros mismos unas 50.000 veces al día, el 80% de las cuales contienen mensajes negativos? Ése es un buen punto para empezar.

Preguntar al emprendedor: ¿Qué cosas negativas te dices?

Ejemplo: “Lo he vuelto a hacer mal, nunca conseguiré hacerlo bien”. 

Además de esto, la mejor manera de detectar creencias limitantes es haciendo preguntas poderosas. Obviamente, en cada persona serán distintas, pero puedes empezar preguntándole: ¿Por qué?, cada vez que detectas un objetivo que crees que no puedes cumplir. O de otro modo: ¿Qué te impide alcanzar tu objetivo? ¿Qué crees que te frena?

Puedes hacer lo mismo cuando notas que algo te impide vivir tus valores.

Por ejemplo: tengo el valor de vivir libre, pero soy incapaz de dejar mi trabajo de 8 a 19 y  dedicarme a otra cosa para ganar autonomía. Si te preguntas por qué, tal vez llegue a algo como “solo sirvo para hacer lo que hago ahora mismo”. Esas son creencias limitantes. 

Explora las áreas más comunes en cuanto a creencias limitantes, que son:  

  • Desesperanza (creo que el objetivo no es alcanzable).
  • Impotencia (el objetivo es  alcanzable, pero creo que no soy capaz de ello).
  • Ausencia de mérito (creo que no merezco el objetivo). 

Otra forma de detectar creencias limitantes es “estar atento al lenguaje” que utiliza el emprendedor. De hecho, una de las tres escuelas del coaching fundamenta el  proceso en la importancia del lenguaje, el coaching ontológico. El lenguaje que utilizamos sin duda no es inocente y crea realidad.

Cuando decimos: “yo nunca seré capaz de correr una maratón” creamos la realidad de no ser capaces  de lograrlo, pero…; ¿Y si te lo propones de verdad, entrenas duro durante todo un año, cambias tu dieta etc.? La respuesta a esa pregunta ya nos lleva a re-plantear la cuestión, cambiando la  perspectiva de la misma hacia el coste que supone la preparación. Ya no es imposible, “lo cierto es que si me lo propongo y hago todo es podría acabarla”. 

Un listado de 19 términos definidos como absolutos: todos, absolutamente, siempre, completo, completamente, incesante, incesantemente, definitivamente,  entero, nunca, cada, cada uno, cada cosa, lleno, deber, nunca, nada, totalmente y totalidad…son grandes indicadores de posibles creencias limitantes. Sigue tu instinto hasta encontrar la creencia que le frena al emprendedor para avanzar.

Y recuerda, el lenguaje no es inocente, si lo ha expresado es por algo. Incluso puede que lo haga de forma inconsciente para dejarte pistas de lo que le pasa y quiera trabajar. Se trata de poner esas creencias negro sobre blanco y tomar conciencia de ellas.

De ese modo, facilitamos al emprendedor que se conozca mejor y tener más  capacidad para crecer. Estar anclado siempre en el mismo nivel de conciencia es como leer siempre la misma página de un libro. 

CREENCIAS LIMITANTES VS POTENCIADORAS

Nuestra mente influye en nuestra vida

CreenciasCertezas
Idea o pensamiento que se asume como verdaderoConocimiento seguro y claro sobre algo
Pueden ser:Hay que aceptaras como son, porque son objetivas
Limitantes: aquellas creencias que nos impiden conseguir nuestros objetivos 
Potenciadoras: aquellas creencias que nos potencian para conseguir nuestros objetivos 
* Estas dos creencias dependen de nosotros y nuestra actitud, e influyen mucho en nuestra vida* 

Ahora que ya conoces las creencias limitantes y cómo te pueden afectar, reflexiona sobre ti mismo.

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Identifica creencias que te puedan estar limitando el alcance de tus objetivos.

Creencias irracionales. Reducirlas con ABC emocional de Albert Ellis.

Para ser buenos mentores tenemos que desaprender muchos hábitos y descubrir nuestras creencias…, sobre todo, las que no son buenas. Albert Ellis desarrolló un método para reducir las 12 creencias irracionales más habituales.

  • HECHOS ACTIVADORES:

    • No me han promocionado.
  • PENSAMIENTOS Y CREENCIAS:

    • Soy un fracasado.
    • Es terrible, soy un incompetente.
  • CONSECUENCIAS EMOCIONALES Y CONDUCTUALES: 

    • Me siento deprimido, frustrado.
    • Tengo insomnio, cumplo mínimos en el trabajo, me quejo.
  • DEBATE DE CREENCIAS:

    • ¿Dónde está la evidencia de que…? ¿Por qué esto tiene que ser así…?.
    • ¿Dónde está escrito o dónde está la ley que lo dice…?
  • RESPUESTAS RACIONALES:

    • Que no haya alcanzado la promoción no significa que sea incompetente…
    • Puedo mejorar mi desempeño y volver a intentarlo…
    • Puedo buscar otras alternativas…

CREENCIAS IRRACIONALES

CREENCIAS RACIONALES

Necesito amor y aprobación de las personas importantes y debo evitar la desaprobación a toda costa.

El amor y la aprobación están bien, y procuraré tenerlos cuando pueda.

Pero puedo sobrevivir (aunque sea incómodamente) sin ellos.

Para considerarme valioso como persona debo conseguir éxito en todo lo que emprenda y no cometer errores

Procuraré conseguir todo lo que pueda, pero el éxito y la competencia indefectibles no son realistas.

Lo mejor es que me acepte como persona, independientemente de mis logros.

La gente debería obrar siempre correctamente.

Cuando se comportan de forma odiosa, desatenta o egoísta, deben ser culpados y castigados

Es una lástima que la gente haga a veces cosas malas.

Pero los humanos no son perfectos y por irritarme no voy a cambiar eso realmente.

Las cosas deben ser como yo quiero que sean.

De otra manera, la vida será insoportable.

Ninguna ley dice que las cosas tengan que ser como yo quiero.

Es frustrante, pero puedo soportarlo, especialmente si evito el pensamiento catastrófico.

Mi infelicidad está causada por cosas que quedan fuera de mi control.

Por eso poco puedo hacer para sentirme mejor.

Muchos factores externos que quedan fuera de mi control.

Pero son mis pensamientos (no las cosas externas) lo que causa los sentimientos.

Y puedo aprender a controlar mis pensamientos.

Debo preocuparme por las cosas que podrían ser peligrosas, desagradables o atemorizantes.

De lo contrario, podrían ocurrir.

Preocuparme por las cosas que podrían ir mal no va a evitar que ocurran.

Más bien, eso asegurará que me preocupe y me inquiete el momento presente.

Puedo ser más feliz evitando las dificultades de la vida, las incomodidades y las responsabilidades.

Evitar los problemas sólo es más fácil a corto plazo.

Ignorar las dificultades puede hacer que resulten peor luego y tenga que preocuparme por ellas durante más tiempo.

Todos necesitamos depender de alguien más fuerte.

Apoyarnos en alguien puede volvernos dependientes.

Está bien buscar ayuda mientras aprendo a confiar en mí mismo y en mi propio juicio.

Los acontecimientos de mi pasado son la causa de mis problemas actuales y continúan ejerciendo influencia sobre mis sentimientos y mis comportamientos actuales

El pasado no puede influirme ahora.

Mis creencias actuales son la causa de mis reacciones.

Puede que haya aprendido en el pasado esas creencias, pero puedo cuestionarlas y cambiarlas en el presente.

Debería preocuparme mucho cuando los demás tienen problemas y sentirme afligido cuando están tristes.

No puedo cambiar los problemas y los sentimientos negativos de los demás preocupándome yo mismo.

No debería experimentar ninguna molestia ni dolor.

No puedo soportarlo y debo evitarlo a toda costa.

¿Por qué yo, en particular, no debería experimentar molestias ni dolor?

No me gustan, pero puedo soportarlos.

Además, mi vida quedaría muy restringida si siempre evitara las incomodidades.

Cada problema debería tener una solución ideal y es intolerable cuando uno no da con ella.

Los problemas, generalmente, tienen muchas soluciones posibles.

Es mejor dejar de esperar la perfecta e intentar la mejor que tengamos a mano.

Puedo vivir con menos que lo ideal.

Los trastornos psicológicos provienen de distorsiones cognitivas, que son formas erróneas de pensar que aparecen en forma de pensamientos automáticos ante determinadas situaciones desencadenantes de estrés, provocando estados emocionales negativos y conductas inadecuadas.

Derivan de creencias irracionales o supuestos personales aprendidos en el pasado, que condicionan en el ámbito inconsciente la percepción e interpretación de la experiencia pasada, presente y futura.

Estas distorsiones cognitivas no sólo aparecen en pacientes, sino que algunas de ellas forman parte de nuestra charla interna o auto-diálogo en momentos de tensión.

Estos pensamientos son muy distintos de los que tenemos cuando nos encontramos en calma y reflexionamos racionalmente sobre los problemas para encontrar soluciones efectivas. A continuación, presentamos una lista de distorsiones cognitivas y cómo podemos combatirlas cambiando nuestro diálogo interno.

También podemos utilizar éstas técnicas para ayudar a pensar al emprendedor:

Filtraje: consiste en enfocarse exclusivamente en los aspectos negativos de una situación, exagerando su importancia. La emocionalidad negativa tiñe la interpretación de la situación. 

  • Ejemplos: 
    • “Otra vez se me ha escapado un cliente”, “no puedo soportarlo”, “no lo aguanto”, “es horrible”, “es insoportable”.

Una situación frecuente de esta distorsión, ocurre en las entrevistas de desempeño. Cuando el jefe hace comentarios positivos o negativos sobre el comportamiento del colaborador, éste suele quedarse sólo con las críticas.

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Peguntarse:

  • “¿Qué ha ocurrido otras veces?”; “¿Realmente ha sido tan horrible?”; “¿Se puede hacer algo si eso vuelve a ocurrir?”
  • Desdramatizar y buscar soluciones: “no es para tanto”.
  • Cambiar el punto de mira, enfocarse en los aspectos positivos: “realmente mi jefe me ha querido felicitar, aunque no lo haya hecho bien”.

Visión catastrófica: consiste en adelantar acontecimientos de modo catastrofista, ponerse en la posibilidad de que ocurrirá lo peor para uno mismo. 

  • Ejemplos: 
    • “¿Y si me ocurriera a mí?”; “¿Y si la empresa va mal?”; “¿Y si viene la crisis?”, “¿Y si pierdo mi puesto de trabajo?”

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Preguntarse:

  • “Otras veces lo he pensado y; ¿Qué ocurrió realmente?”, “¿Qué posibilidades hay de que eso ocurra?”
  • Deja de anticipar, centrarse en el presente y valorar posibilidades.
  • Analizar las posibilidades.

Pensamiento polarizado: consiste en valorar los acontecimientos de forma extrema (bueno/malo, blanco/negro), sin tener en cuenta los grados intermedios y matices.

  • Ejemplos: 
    • Ante un error en el trabajo: “soy un incompetente”.
    • Ante una promoción no alcanzada: “soy un fracasado”.
    • Cuando un compañero no nos da la razón: “si no estás conmigo, estás contra mí”.

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Preguntarse:

  • “Entre esos dos extremos, ¿hay grados intermedios?”, “¿en qué porcentaje esto es así?”
  • Graduar la situación.
  • Pensar en porcentajes.

Sobre generalización: consiste en sacar una conclusión general de un solo hecho particular sin base suficiente.

  • Ejemplos: 
    • “Mi jefe nunca me escucha”; “Siempre llegas tarde al trabajo”; “Todo”; “Nadie”; “Nunca”; “Siempre”; “Todos”; “Ninguno”.

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Preguntarse:

  • ¿Cuántas veces ha ocurrido eso realmente?”; “¿Qué pruebas tengo para sacar esa conclusión?”, “¿Hay alguna excepción?”
  • Cuantificar.
  • Concretar y buscar pruebas.

Interpretación del pensamiento: es la tendencia a interpretar los sentimientos e intenciones de los demás sin prueba alguna.

  • Ejemplos: 
    • “Siempre me está sonriendo, pero sé que no le caigo bien”; “Me ha ignorado a propósito”; “Sé que me está mintiendo”, “Eso lo dice por…”, “Eso se debe a…”.

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Preguntarse:

  • “¿Qué pruebas tengo para suponer eso?”; ¿Qué puedo hacer para comprobar esta suposición?”
  • Verificar.
  • Buscar pruebas, dejar de suponer.

Personalización: consiste en la costumbre de relacionar los hechos del entorno con uno mismo, mostrándose susceptible. También, el hábito de comportarnos con los demás.

  • Ejemplos: 
    • Ante un comentario del jefe sobre el descenso de la calidad del trabajo. “Eso lo dice por mí. También: “yo soy más / menos capaz, rápido que…”, “yo trabajo más que…”.

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Preguntarse:

  • “¿Qué pruebas tengo de que se refiere a mí?”; “¿Compararme cuando salga perdiendo, me ayuda en algo?”
  • Comprobar suposiciones.
  • Evitar comparaciones.
  • Buscar pruebas y efectos.

Deberías: consiste en mantener reglas rígidas y existentes sobre cómo han de suceder las cosas. Cualquier desviación de estas reglas se considera insoportable. Dan lugar a las creencias irracionales identificadas por Ellis, en lugar de expresar deseos y preferencias personales.

  • Ejemplos: 
    • “Debería ser competente y no cometer errores”, “debo”, “debería…”, “no debería…”, “tengo que…”, “no tengo que…”, “tiene que…”.

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Preguntarse:

“¿Qué pruebas tengo para decir que esto debe ser así necesariamente?”; “¿Es tan grave si no ocurre como yo digo que debería ocurrir?”

  • Cuestionar, flexibilizar la regla.
  • Comprobar su efecto.

Etiquetas globales: consiste en poner un calificativo general o etiqueta globalizadora a nosotros mismos o a los demás. Cuando etiquetamos, reducimos la globalidad de la persona o situación a un solo aspecto estereotipado e inamovible.

  • Ejemplos: 
    • “Soy tímido”, “Eres antipático”, “Es impuntual”, “Son unos desconsiderados”.

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Preguntarse:

“¿Soy así al 100%, o hay otros aspectos de mí que escapan a esta etiqueta?”; “¿Puedo cambiar?”; “¿Mi colaborador es así por definición, o se comporta de esa manera sólo en ocasiones? Buscar casos que escapen a la etiqueta.

Culpabilidad: consiste en atribuirse a uno mismo o a los demás toda la responsabilidad de los acontecimientos, ignorando otros factores que contribuyen a los mismos. Echarse la culpa a uno mismo o a los demás no ayuda a cambiar el comportamiento, sino que puede llevar a rumia de ideas y malestar emocional.

  • Ejemplos: 
    • “Por mi culpa…”; “Por su culpa…”; “Es culpa de…”.

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Preguntarse:

  • “¿Qué pruebas tengo para creerlo?”
  • “¿Puede haber otras causas o responsables?”
  • “¿De qué sirve buscar culpables?”

Buscar otros motivos o razones. Comprobar la utilidad. Tener razón: consiste en la costumbre de luchar por imponer el propio criterio, probando que el punto de vista propio es el correcto y que el otro está equivocado. Los argumentos del otro se ignoran o se rebaten con rotundidad.

  • Ejemplos: 
    • “Yo llevo razón, él está equivocado”; “Sé que estoy en lo cierto”, “llevo la razón”.

AUTODIÁLOGO POSITIVO:

Preguntarse:

“¿Estoy escuchando realmente a mi interlocutor?”, “¿tiene derecho a su punto de vista?”, “¿puedo aprender algo de su punto de vista?”

Dejar de centrarse exclusivamente en uno mismo.

ESCUCHAR AL OTRO

Las técnicas de reestructuración cognitiva que acabamos de exponer son tan aplicables para cambiar el diálogo interno como para ayudar a pensar al mentorado. Más adelante, en el capítulo dedicado a la comunicación, veremos ejemplos de preguntas poderosas que complementan este enfoque.

TAREA

AHORA QUE YA HAS APRENDIDO TODO SOBRE ESTA TIP, DEBERÍAS SABER RESPONDER A ESTAS PREGUNTAS:

  • Elige de la lista de creencias irracionales propuesta por Ellis las tres que más negativamente te afectan. Aplica el método ABC para debatirlas y llegar a una reformulación más efectiva.

Hechos activadores

Pensamientos y creencias

Consecuencias emocionales

Debate de creencias

Respuestas racionales

     
     
     
  • Elige tres creencias distorsionadas que te roben energía. Identifica el tipo de distorsión cognitiva (filtraje, sobre generalización…). Haz una reformulación positiva de cada creencia.
Creencias distorsionadasTipo de distorsiónReformulaciónDebate de creenciasRespuestas racionales
Ejemplo: si no obtengo esta promoción mi carrera se hundiráVisión catastrófica   

CASO PRÁCTICO

Juan es un emprendedor que ha comenzado un negocio de venta en línea de productos de belleza. Él ha trabajado duro para lanzar su negocio y ha tenido cierto éxito, pero se siente frustrado porque siente que no puede llegar a más clientes.

Su mentor, Ana, se reúne con él regularmente para discutir su progreso y darle retroalimentación. En su última reunión, Ana notó que Juan parecía estar atrapado en su progreso y no estaba seguro de cómo avanzar.

Ana decidió investigar si Juan tenía creencias limitantes que pudieran estar impidiéndole alcanzar su máximo potencial. Durante la reunión, Ana comenzó a hacerle preguntas a Juan para entender mejor su mentalidad y pensamiento detrás de su comportamiento.

  • Ana preguntó: «Juan, ¿qué te está impidiendo llegar a más clientes? ¿Qué te hace sentir que no puedes hacerlo?».
  • Juan respondió: «No sé. Me siento como si no supiera lo suficiente sobre el marketing en línea para llegar a más personas. Siento que hay algo que me falta o que estoy haciendo mal».

Ana se dio cuenta de que Juan tenía una creencia limitante sobre su conocimiento en marketing en línea.

  • Ella continuó preguntando: «Juan, ¿de dónde viene esta creencia? ¿Alguien te ha dicho que no eres lo suficientemente bueno en el marketing en línea?».
  • Juan reflexionó y respondió: «Bueno, en realidad no. Nunca he tenido experiencia en marketing en línea antes de comenzar este negocio, así que me siento inseguro acerca de mis habilidades».

Ana decidió que era importante que Juan reconociera esta creencia limitante y trabajara en superarla. Juntos, exploraron las diferentes formas en que Juan podría mejorar sus habilidades en marketing en línea, como tomar un curso o buscar un mentor de marketing en línea para ayudarlo.

Con el apoyo y la orientación de Ana, Juan pudo superar su creencia limitante y aprender nuevas habilidades para hacer crecer su negocio. Al final, su negocio de productos de belleza en línea se convirtió en un gran éxito y llegó a un público mucho más amplio.

QUIZ

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Eugenia Cavero Gandarias

Eugenia Cavero Gandarias

Psicólogo
COMENTARIOS
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COMENTARIOS

  1. FERNANDO SILVOSA-QUANTUM TALENT

    TIP MUY COMPLETA Y DE GRAN VALOR Y EL VIDEO BUENISIMO MUY RECOMENDABLE VERLO .

  2. Paula

    Muy cierto. Estamos totalmente influidos por pensamientos limitantes subjetivos y distorsionados. Si conseguimos evitarlos rompemos todas las barreras.

Tabla de contenidos

  • mentorVIRTUAL: Soy tu mentorVIRTUAL. ¿alguna pregunta?

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creencias limitantes emprendedor

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