Crear valor compartido mediante la redefinición de la cadena de valor implica identificar problemas sociales que aumentan los costos en las actividades empresariales y abordar su solución. Por ejemplo, optimizando la logística para reducir costos y emisiones contaminantes. Además, se puede crear valor compartido al colaborar con proveedores para mejorar su productividad y calidad, en lugar de simplemente negociar precios más bajos. Esto se traduce en beneficios ambientales y económicos para ambas partes. La mejora de la productividad también se puede lograr mediante la eficiencia en el uso de energía, recursos y distribución, así como mediante la promoción de condiciones laborales justas y un enfoque en la proximidad y la sostenibilidad en la ubicación de las operaciones.

3. Cómo crear valor compartido mediante el apoyo al desarrollo de clústeres locales

Crear valor compartido mediante el apoyo al desarrollo de clústeres locales implica reconocer que ninguna empresa puede operar de manera independiente y que la cooperación entre empresas es esencial. Los clústeres son concentraciones geográficas de empresas, proveedores y servicios relacionados que actúan como centros de cooperación e innovación. Al impulsar el desarrollo de estos clústeres, las empresas pueden mejorar su productividad y competitividad mientras abordan problemas sociales y ambientales en su entorno.

Por ejemplo, al invertir en programas de educación y capacitación para la fuerza laboral local, las empresas no solo mejoran su propia productividad, sino que también aumentan la calidad de la mano de obra disponible para otras empresas del clúster. Del mismo modo, al trabajar con proveedores locales para mejorar su eficiencia y calidad, las empresas pueden fortalecer toda la cadena de suministro y generar beneficios económicos y sociales para la comunidad.

Es fundamental que el desarrollo de los clústeres se base en la transparencia y la equidad en los mercados. Los mercados abiertos y justos promueven la competencia saludable y la mejora continua en la calidad y productividad de las empresas. Esto, a su vez, contribuye a elevar el nivel de vida y el poder adquisitivo de los ciudadanos locales.

Para impulsar eficazmente el desarrollo de los clústeres locales, es necesario realizar un diagnóstico exhaustivo del territorio para identificar áreas de oportunidad y colaboración. La acción colectiva entre empresas privadas, organizaciones sin fines de lucro y entidades gubernamentales es clave para abordar las brechas y mejorar la competitividad y sostenibilidad del clúster en su conjunto.