FACTORING

EL FACTORING

Acelera tu empresa con estos consejos de expertos que cuenta sobre «Factoring». ¡Analiza y descubre esta TIP!

El factoring es un tipo de financiamiento que permite a una empresa obtener fondos al vender sus facturas pendientes de pago a una entidad financiera especializada, conocida como factor. El factor, a cambio de una comisión, se encarga de gestionar la cartera de facturas y se hace cargo de la recuperación del pago de las mismas. El factoring se suele utilizar para mejorar el flujo de efectivo de la empresa, ya que esta puede recibir el pago de las facturas antes de la fecha de vencimiento, lo que le permite disponer de fondos para financiar su actividad y hacer frente a sus obligaciones de pago. Además, el factoring puede ayudar a reducir el riesgo de impago y mejorar la gestión de la cartera de facturas.

Una vez que el factor adquiere las facturas, puede optar por dos formas de operar: el factoring sin recurso y el factoring con recurso. En el factoring sin recurso, el factor asume todo el riesgo de impago de las facturas, por lo que la empresa que las vende queda exenta de cualquier responsabilidad en caso de impago. En el factoring con recurso, la empresa vendedora sigue siendo responsable del cobro de las facturas en caso de impago. En resumen, el factoring es una herramienta de financiamiento que permite a las empresas obtener fondos al vender sus facturas pendientes de pago, mejorando así su flujo de efectivo y reduciendo el riesgo de impago.

Factoring para emprendedores

El factoring puede ser una buena opción de financiación para emprendedores que necesitan liquidez inmediata para su negocio. A continuación, se presentan algunos puntos a tener en cuenta sobre el factoring para emprendedores:

¿Qué es el factoring?

  • El factoring es una operación financiera en la que una empresa vende sus facturas a una entidad financiera, a cambio de una cantidad de dinero inmediata. La entidad financiera asume el riesgo de impago y se encarga de la gestión de cobro de las facturas.

¿Cómo funciona el factoring para emprendedores?

  • Para un emprendedor, el factoring funciona de la siguiente manera: el emprendedor vende sus facturas a la entidad financiera, que le adelanta un porcentaje del importe de las mismas (por ejemplo, el 80%). La entidad financiera se encarga del cobro de las facturas y cuando el cliente paga, el emprendedor recibe el resto del importe menos los costes de la operación (por ejemplo, el 2%).
  • Ventajas del factoring para emprendedores:
    • Obtención de liquidez inmediata: el emprendedor puede obtener el dinero de sus facturas antes de que venza el plazo de pago.
    • Reducción del riesgo de impago: la entidad financiera asume el riesgo de impago de las facturas, lo que reduce el riesgo del emprendedor.
    • Menos carga administrativa: la entidad financiera se encarga del cobro de las facturas, lo que libera al emprendedor de esta tarea.
  • Desventajas del factoring para emprendedores:
    • Costes más elevados: el factoring tiene un coste que puede ser más elevado que otras formas de financiación.
    • Pérdida de control sobre el proceso de cobro: el emprendedor pierde cierto control sobre el proceso de cobro de las facturas al ceder su gestión a la entidad financiera.

En resumen, el factoring puede ser una buena opción de financiación para emprendedores que necesitan liquidez inmediata y quieren reducir el riesgo de impago de sus facturas. Sin embargo, el emprendedor debe sopesar los costes de la operación y la pérdida de control sobre el proceso de cobro antes de decidirse por esta opción.

¿Cómo se solicita un factoring?

El proceso para solicitar un factoring es el siguiente:

  1. La empresa interesada en obtener factoring contacta a una entidad financiera especializada en este servicio y presenta su solicitud. Es importante que la empresa tenga facturas emitidas y aprobadas por sus clientes para poder solicitar el factoring.
  2. La entidad financiera realiza un análisis de la empresa y sus clientes para determinar si son elegibles para el factoring. En este análisis se verifica la solvencia financiera de la empresa y la calidad crediticia de sus clientes.
  3. Una vez aprobada la solicitud, la entidad financiera y la empresa firman un contrato de factoring en el que se establecen las condiciones del servicio, como las tasas de interés, plazos de pago y límites de financiación.
  4. La empresa presenta las facturas emitidas a sus clientes a la entidad financiera y estas se convierten en activos para la empresa.
  5. La entidad financiera adelanta a la empresa un porcentaje del valor de las facturas, generalmente entre el 70% y el 90%, en función del análisis de riesgo y la calidad crediticia de los clientes.
  6. La entidad financiera se encarga de la gestión de cobro de las facturas, incluyendo el envío de las cartas de cobro y el seguimiento del proceso de pago por parte de los clientes.
  7. Una vez que los clientes pagan las facturas, la entidad financiera le entrega el remanente de los pagos a la empresa, descontando las tasas de interés y comisiones correspondientes.

Es importante destacar que el factoring es una alternativa de financiamiento a corto plazo y que no es adecuado para todas las empresas. La decisión de utilizar el factoring debe basarse en una evaluación cuidadosa de las necesidades de financiamiento de la empresa y su capacidad para cumplir con los requisitos del servicio.

¿Cómo se solicita un factoring?

El proceso para solicitar un factoring es el siguiente:

  1. La empresa interesada en obtener factoring contacta a una entidad financiera especializada en este servicio y presenta su solicitud. Es importante que la empresa tenga facturas emitidas y aprobadas por sus clientes para poder solicitar el factoring.
  2. La entidad financiera realiza un análisis de la empresa y sus clientes para determinar si son elegibles para el factoring. En este análisis se verifica la solvencia financiera de la empresa y la calidad crediticia de sus clientes.
  3. Una vez aprobada la solicitud, la entidad financiera y la empresa firman un contrato de factoring en el que se establecen las condiciones del servicio, como las tasas de interés, plazos de pago y límites de financiación.
  4. La empresa presenta las facturas emitidas a sus clientes a la entidad financiera y estas se convierten en activos para la empresa.
  5. La entidad financiera adelanta a la empresa un porcentaje del valor de las facturas, generalmente entre el 70% y el 90%, en función del análisis de riesgo y la calidad crediticia de los clientes.
  6. La entidad financiera se encarga de la gestión de cobro de las facturas, incluyendo el envío de las cartas de cobro y el seguimiento del proceso de pago por parte de los clientes.
  7. Una vez que los clientes pagan las facturas, la entidad financiera le entrega el remanente de los pagos a la empresa, descontando las tasas de interés y comisiones correspondientes.

Es importante destacar que el factoring es una alternativa de financiamiento a corto plazo y que no es adecuado para todas las empresas. La decisión de utilizar el factoring debe basarse en una evaluación cuidadosa de las necesidades de financiamiento de la empresa y su capacidad para cumplir con los requisitos del servicio.

¿En qué se diferencia el factoring sin recurso del factoring con recurso?

El factoring sin recurso y el factoring con recurso son dos modalidades diferentes de esta herramienta financiera. La principal diferencia entre ambos tipos radica en el riesgo que asume el factor en caso de impago por parte del deudor. En el factoring con recurso, el riesgo de impago lo asume la empresa que cede sus facturas al factor. Es decir, si el deudor no paga la factura, la empresa deberá devolver el dinero al factor. En este tipo de factoring, la empresa mantiene el riesgo de crédito y, por tanto, sigue siendo responsable de la recuperación de las facturas impagadas.

En cambio, en el factoring sin recurso, el factor asume el riesgo de impago del deudor. En este caso, si el deudor no paga la factura, el factor deberá asumir la pérdida, ya que la empresa que cedió la factura no tiene la obligación de devolver el dinero. En este tipo de factoring, la empresa se libera del riesgo de crédito y puede obtener financiación sin tener que preocuparse por la recuperación de facturas impagadas. En resumen, la principal diferencia entre el factoring con recurso y el factoring sin recurso es quién asume el riesgo de impago en caso de que el deudor no pague la factura. En el factoring con recurso, el riesgo lo asume la empresa que cede las facturas, mientras que en el factoring sin recurso, el factor asume el riesgo. Se trata de un acuerdo por el que una empresa cede a una compañía de factoring los derechos de cobro de toda o parte de su facturación a corto plazo. La compañía de factoring pasa a ser titular de la deuda frente al comprador y se encarga de la gestión de cobro. La empresa cedente puede, además, asegurar el riesgo de insolvencia del deudor.

Entre las principales ventajas del factoring podemos destacar:

  • Elimina el riesgo de impagados y demoras en el cobro por insolvencia del deudor (en la modalidad sin recurso)
  • Simplifica la contabilidad, al pasar la empresa a tener un único cliente: la compañía de factoring.
  • Permite el saneamiento de la cartera de clientes.
  • Elimina los gastos en procedimientos contenciosos y en devoluciones por falta de pago.
  • Rebaja los costes administrativos y los gastos de comunicación, ya que, es el factor quien gestiona el cobro y reclama los impagos.
  • En la modalidad sin recurso, la empresa puede rebajar del balance la partida de clientes, con lo que mejoran sus ratios de liquidez, solvencia y tesorería.

Cuando la falta de liquidez se hace más y más grande puede suponer grandes riesgos para la empresa, y esto surge en la mayoría de los casos, por el retraso en el cobro de facturas emitidas. En ocasiones, las ventas comerciales, no exigen pagos inmediatos sino más bien, otorgan a sus clientes un plazo de varios meses para abonar la factura. Y, obviamente, la falta de flujo de dinero reduce las posibilidades de hacer frente a los gastos, ¡¡es allí donde entra el factoring!!

DEFINICIÓN

El factoring se trata de un tipo de financiación, y consiste en que una empresa vende sus facturas o cuentas por cobrar a una entidad financiera a un precio menor al valor de la factura emitida. Cuando este proceso ocurre, al recibir el pago final el comprador de la factura obtiene un rendimiento por la inversión. Gracias al factoring un empresario tendría la posibilidad de conseguir liquidez convirtiendo sus ventas a corto plazo, en ventas al contado.

VENTAJAS

Es una fuente de financiamiento que crece con las ventas, mientras más aumenten las ventas, más efectivo disponible habrá, lo que abre las puertas para satisfacer la demanda. Se trata de un sistema muy fácil y práctico, a diferencia de otros tipos de financiamiento, el factoring no requiere de declaraciones de impuestos, ni estados financieros. Libra totalmente de deudas incurridas, pues las factoring no son préstamos para empresas. Gracias a ello, ¡¡tendrías la posibilidad de optar por otros tipos de financiamientos!! El factoring es una de la técnicas de bootstrapping (ver TIP) que utilizamos los emprendedores para no acudir a financiación externa.

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CASO PRÁCTICO

Clara es una emprendedora que acaba de lanzar su propia tienda en línea de productos artesanales. A medida que su negocio crece, se da cuenta de que necesita financiamiento para mantener el flujo de efectivo necesario para cubrir sus gastos y seguir creciendo. Después de investigar diversas opciones de financiamiento, Clara decide utilizar el factoring para obtener los fondos que necesita. Se pone en contacto con una empresa de factoring y les presenta sus facturas pendientes de pago de los clientes, las cuales ascienden a $50,000. La empresa de factoring revisa las facturas y acepta proporcionar el financiamiento, a una tasa de descuento del 3% y un plazo de pago de 60 días. Clara acepta los términos y firma el contrato. La empresa de factoring inmediatamente le adelanta a Clara el 80% del valor de las facturas, es decir, $40,000. Luego, se encargará de cobrar el monto total de las facturas a los clientes de Clara en el plazo acordado de 60 días.

Una vez que la empresa de factoring ha cobrado el total de las facturas, deduce el monto del financiamiento, que en este caso es de $1,500 (3% de $50,000), más las tarifas de procesamiento adicionales y el interés correspondiente. Luego, le envía a Clara el resto del dinero adeudado, es decir, $8,500. Gracias al factoring, Clara ha podido obtener los fondos necesarios para mantener su flujo de efectivo y hacer crecer su negocio sin tener que esperar a que sus clientes le paguen. Además, al externalizar el proceso de cobranza de facturas, ha reducido su carga administrativa y ha podido concentrarse en las actividades principales de su negocio.

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Jaime Cavero

Presidente de la Aceleradora mentorDay. Inversor en startups e impulsor de nuevas empresas a través de Dyrecto, DreaperB1 y mentorDay.
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  1. Nagore

    Me ha parecido muy interesantes los conceptos de la variedad de tipos de financiación. Muy práctico para cualquier emprendedor o PYME.

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