APRENDIZAJE DEL EMPRENDEDOR

Acelera tu empresa con estos consejos de expertos que cuenta sobre «Aprendizaje del emprendedor». ¡Analiza y descubre esta TIP!

«El aprendizaje es el proceso a través del cual se adquieren habilidades,  destrezas, conocimientos, conductas y valores. Esto como resultado del  estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación» 

(Wikipedia) 

Comenzar con una definición de aprendizaje de la Wikipedia es la mejor manera de mostrar que hoy en día la información está al alcance de todos, o casi todos. Por tanto, el aprendizaje ya no tiene relación con ella, sino aquello que hacemos con ella. Existen muchas teorías del aprendizaje, y es responsabilidad del formador/mentor/coachee propiciar al emprendedor aquella que mejor se corresponda a su manera innata de asumir la información e interiorizarla. No obstante, parece que en su mayoría todos los estudios se ponen de acuerdo en  asegurar que la experiencia es el sustantivo que genera con mayor rapidez el aprendizaje.  

Del latín «expeientia – experiri», la palabra hace referencia a la comprobación; queda claro entonces que la mejor forma de aprendizaje es, a través, de la comprobación de cada persona, de la vivencia, la interiorización mediante sus propias deducciones y acontecimientos que corroboren o refuten la teoría explicada. En esta TIP facilitaremos los pasos útiles que no garantizan, pero sí ayudan a fomentar el aprendizaje responsable y autónomo en nuestros emprendedores, así como, la observación de nuestro hacer con respecto a esta etapa del proceso, ya que, puede que nosotros mismos necesitemos reforzar algunos aspectos que nos resulten más complicados en algún área de esta parte del recorrido conjunto. 

Una regla ampliamente aceptada es la de 70-20-10 donde se nos exponen nuestro  procedimiento de aprendizaje más efectivo.  Correspondiendo el 70% a la parte experiencial, lo que supone que todo aquello que no experimente en primera persona el emprendedor tendrá un menor impacto en cuanto aprendizaje se refiere. El 20% se dedicaría a aprender de otras personas como compañeras y compañeros, integrantes de un equipo, mentores u otros profesionales (aprendizaje social). Este modelo está en consonancia con las teorías de la percepción más recientes que han estudiado el nivel de retención de conocimientos según el tipo de aprendizaje: 30%  de retención a las 24h: escuchar, leer, ver audiovisuales. 90% de retención a las 24h:  argumentar, hacer, trabajar con otros.  

Aquí es bueno utilizar un cuestionario previamente preparado, donde se recojan aquellos puntos esenciales que cualifiquen y cuantifiquen los progresos del emprendedor, de esta forma se obliga de manera indirecta a la reflexión del emprendedor, a tener que dedicar tiempo y reconocer comportamientos y/o resultados obtenidos con esos comportamientos generados bien por modificación o por implantación. ¡¡Las personas podemos cambiar, aprender y mejorar!! El mentor debe de mostrar un alto grado de compromiso para conseguir su autodesarrollo. Si el mentor se muestra cerrado a la posibilidad de aprender, de modificar su forma de ver las cosas, es difícil que pueda impulsar el deseo de aprender de su emprendedor. Muchas veces escuchamos “yo soy así” como excusa para no cambiar, o “la gente no cambia” como rechazo a la sugerencia de dar una nueva oportunidad a alguien.

¿Tenemos pruebas que avalen la tesis opuesta?

Cada vez disponemos de más evidencias de que las competencias o habilidades de inteligencia emocional se pueden desarrollar. Hay muchos estudios que demuestran que la gente mejora su inteligencia emocional con el transcurso de los años, conforme adquiere madurez personal y habilidades sociales. El aprendizaje es mejorar nuestra inteligencia emocional y, para eso, tenemos que acometer un proceso continuo que comienza desde el interior de nosotros mismos.

Para conseguir un aprendizaje profundo tenemos que seguir este ciclo de cuatro fases:

Fase 1: «Conciencia de una oportunidad de mejora»

Ser conscientes de que tenemos carencias, lagunas que debemos de mejorar. No hay mayor barrera al aprendizaje que la prepotencia. Para cambiar, es imprescindible conocerse, comprenderse, identificar nuestros recursos y nuestras lagunas, saber qué nos motiva, qué teclas se necesita tocar en nosotros para conseguir una melodía armoniosa. Para ello, nos pueden servir de ayuda, las diversas herramientas de autodiagnóstico (personalidad, motivos, estilos) y de evaluación de competencias (comportamientos), así como el feedback de un coach o de nuestro entorno laboral; la herramienta más completa es el feedback 360 (+), en donde los jefes, colegas y colaboradores nos ofrecen su percepción. Entre otras sugerencias para el tratamiento y aprendizaje de las personas un buen consejo es grabarse en vídeo. 

“Yo tenía una falta extraña de conciencia de mis rarezas de lenguaje y actitudes hasta que me vi en vídeo”

Fase 2: «Deseo de cambiar»

​​“¿Cuántos mentores (o psicólogos o coaches) se necesitan para cambiar una bombilla?.

Sólo uno, pero la bombilla tiene que querer cambiar”.​​ 

A veces, los mensajes más profundos y que más impacto tienen en nuestras vidas los aprendemos del humor, cuando dejamos de tomarnos en serio y nos relajamos con un chiste. Esta es una lección que podemos aprender las personas que pretendemos cambiar o ayudar a otros a que cambien, aprendan o desarrollen su talento: el cambio sólo surge desde dentro. ¡¡No podemos cambiar a otros!! Sólo podemos actuar como catalizadores que despierten su motivación para cambiar y su confianza en que tienen capacidad para hacerlo.

Fase 3: «Experiencias de aprendizaje»

Una vez que nos hacemos conscientes de lo que nos falta por aprender y reconocemos la necesidad de cambiar es cuando estamos en condiciones de utilizar las distintas herramientas para facilitar el aprendizaje, en función de los estilos y preferencias de cada uno. Lecturas, vídeos, acciones de formación en grupo, desarrollo guiado por un mentor (dentro de la organización) o de un coach externo y otros recursos para ampliar nuestro campo de reflexión o de acción. 

Fase 4: «Práctica de nuevos pensamientos y comportamientos»

El cambio profundo implica la transformación de nuestros modos habituales de percibir y pensar, la generación de nuevas convicciones que nos reporten una mirada más útil sobre la realidad y nos abran nuevos horizontes para la acción. A partir de ahí, entran en juego competencias emocionales importantes, como la persistencia y la tolerancia a la frustración, que nos capacitan para insistir en la práctica de los nuevos comportamientos y pensamientos hasta incorporarlos en nuestro repertorio de hábitos, lo que nos permite manifestarlos espontáneamente y así cerramos el círculo del aprendizaje profundo.

“Somos lo que hacemos constantemente. La excelencia, pues, no es una acción, es un hábito”.

Aristóteles

• APRENDER DE LA EXPERIENCIA (+)

• APRENDIZAJE DE DOBLE BUCLE. APRENDIZAJE DE PRIMER Y SEGUNDO BUCLE. ARGYRIS Y SCHÖN (+)

• APRENDER DE LOS ERRORES Y DE LOS FRACASOS (+)

• MODELO DE APRENDIZAJE PARA EMPRENDEDORES VAK (VISUAL, AUDITIVO Y KINESTÉSICO) (+)