MINDFULNESS Y EMPRENDIMIENTO

La herramienta más poderosa para la gestión emocional es el mindfulness. Es el poder observar la emoción desde fuera. Y esa capacidad es entrenable por todo el mundo. Consiste en conseguir disasociarte de la emoción, en el sentido de que yo no soy la emoción. Cuando observas las emociones desde fuera y te das cuenta que no eres ‘tus emociones’ es cuando las puedes gestionar.

En ese sentido, no hay que dejar que se desborde el río cuando la cosa va muy bien o que se hunda el barco cuando todo va muy mal (montaña rusa del emprendedor). 

El estado mindfulness te permite estar muy atento a lo que ocurre a través de la observación.

También te recomiendo el mindfulness como entrenamiento mental para conseguir estar en el presente. El estrés que sufrimos, en la mayoría de los casos, nos lo autogeneramos, porque anticipamos hipotéticas consecuencias negativas y también porque nos quedamos anclados en el pasado”.

El objetivo del mindfulness es atraer tu atención al presente, “porque el pasado y el futuro son los que generan el estrés. El sufrimiento que tiene el cuerpo adelantando lo que va a ocurrir es mucho peor que si ocurriera y tuviésemos que afrontarlo.

El mindfulness ayuda a ser capaces de parar y darnos cuenta qué es lo que está pasando ahora y, desde ahí, ser capaces de darle la respuesta más adecuada a cada situación. En definitiva, tener la claridad mental necesaria para afrontar los desafíos y cumplir nuestros objetivos.

Mejoramiento del clima laboral, activación de la creatividad, fortalecimiento de habilidades blandas, reducción del stress personal y organizacional, son algunos de  los beneficios más destacados del uso del mindfulness en el entorno empresarial.

El emprendimiento es una de las actividades en las que el mindfulness tiene mayor campo de aplicación sin duda debido al hecho de que el emprendedor se mueve en una especie de montaña rusa provocada en gran medida por los cambios en los  estados de ánimo la incertidumbre, el alto nivel de exigencia, el riesgo o el stress. Esto afecta negativamente  a la capacidad de análisis, a la toma de decisiones y a la productividad. Existen por tanto razones muy justificadas para hacer del mindfulness una herramienta siempre lista para ser utilizada cuando sea necesario.

Mindfulness podría entenderse como atención plena, conciencia plena o presencia plena. El vocablo en inglés mindfulness proviene a su vez de la palabra “sati” correspondiente al idioma pali, lengua similar al sánscrito, que se hablaba hace ya mas de 2.500  años. Esta es la época en la que Buda empezó a transmitir sus enseñanzas. Sati significa recordar o sea traer al presente.

En definitiva, sati o mindfulness o conciencia plena se refiere a nuestra capacidad de vivir el presente, de vivir el aquí y el ahora. 

AQUÍ Y AHORA

La capacidad de vivir el presente y reconocer la propia experiencia forma parte de nuestra condición humana. Sin embargo esa misma condición provoca que nuestros pensamientos disgregados nos impidan tener una percepción total de la realidad tal cual es e introducimos elementos discriminatorios combatiendo aquello que no nos gusta y que queremos que desaparezca.

El mindfulness nos induce a percibir el presente tal cual es, a aceptarlo de manera activa y a actuar en consecuencia. A pesar de vivir algo desagradable, lo cual es inevitable, evitamos el sufrimiento añadido de tener que lograr que el hecho desaparezca. Asumimos lo que experimentamos sin más.

El mindfulness se encuentra de manera implícita en muchas religiones, sin embargo, en general se acepta la idea de que es el budismo el que dota a esta disciplina de las más altas cotas de  profundidad y sofisticación.

MINDFULNESS EN OCCIDENTE

Desde hace tres décadas el midfulness es sometido al escrutinio de la ciencia y poco a poco se ha ido integrando a la medicina y la psicología occidentales. Lo cierto es que al mindfulness se le reconoce como una forma eficaz de tomar conciencia de nosotros mismos, de controlar el stress, paliando los efectos físicos y psíquicos que éste genera. 

Los avances neurocientíficos atribuyen al mindfulness efectos muy positivos en el bienestar. Jon Kabat-Zinn fue pionero en la introducción del mindfulness en la medicina occidental y fundador de la Clínica de Reducción de Estrés en el Centro Médico de la Universidad de Masachusetts. Allí los paciente practican el mindfulness en el tratamiento de problemas físicos o el control del dolor crónico. 

Kabat afirma que el mindfulness consiste en “prestar atención de manera intencional al momento presente sin juzgar”. El minfulness nos ayuda a tomar conciencia de nosotros mismos y de la realidad lo cual nos permite descartar las preocupaciones por cosas que ya ocurrieron o que todavía no han ocurrido, nos permite recuperar nuestro equilibrio interno, nos permite discernir y hacer frente a los retos que tenemos por delante con mucha más energía.

La relajación, el yoga o un simple paseo que te ayude a desconectar y reencontrarte contigo mismo pueden ser suficientes. Lo segundo, ¡¡actúa con pasión!! La principal manera de superarlo es disfrutando día a día de tu trabajo. Tu empresa tiene que ser tu pasión. Te tiene que gustar lo que haces. También, es importante, apoyarte en tu entorno. Hablar más con mi pareja, mi hermano, mis padres o algún amigo sobre mi día a día me sirvió para seguir creciendo como profesional”.

Por último, haz ejercicio. “El deporte me ayudó a obligar a mi cabeza a descansar. Cuando estás sudando y sufriendo por seguir el ritmo de la clase, dejas de pensar y te centras sólo en respirar y seguir el ritmo”

¡¡Todo ello hace del minfulness un excelente recurso a disposición del emprendedor!!

Si deseas ampliar información sobre el mindfulness te recomendamos este vídeo informativo del Dr. Mario Alonso Puig (+).