El programa de transporte del Mecanismo «Conectar Europa» (MCE) es el principal instrumento de financiación de la UE para el desarrollo de redes transeu- ropeas de transporte (RTE-T) interconectadas, sostenibles y de alto rendimiento, centradas en los nueve corredores de la red principal. El programa cofinancia proyectos que potencian la multimodalidad, mejoran las infraestructuras y avanzan en innovación y nuevas tecnologías.

El MCE 2.0 promueve redes interconectadas y multimodales para desarrollar y modernizar las infraestructuras ferroviarias, viarias, de vías navegables interiores y marítimas, así como una movilidad segura. Se otorga prioridad al desarrollo ulterior de la RTE-T, haciendo hincapié en los vínculos que faltan y en los pro- yectos transfronterizos con valor añadido para la UE. Esta segunda edición del programa abarca los años 2021 a 2027.

El MCE 2.0 tiene objetivos similares al MCE 1.0, pero con mayor énfasis en:

• la sostenibilidad, la descarbonización y la reducción de emisiones;
• la complementariedad de los modos de transporte.

Los principales objetivos son:

• contribuir al desarrollo de los proyectos de interés común relativos a las redes e infraestructuras eficientes, interconectadas y multimodales para lograr una movilidad inteligente, interoperable, sostenible, integradora, accesible y segura desde el punto de vista operacional y físico;
• adaptar parte de la RTE-T para un doble uso de las infraestructuras de transporte con vistas a mejorar la movilidad tanto civil como militar.

La ayuda se reserva para proyectos de interés común dirigidos a:

• eliminar los cuellos de botella, realizar conexiones donde no existan y, en particular, mejorar los tramos transfronterizos;
• garantizar unos sistemas de transporte sostenibles y eficientes a largo plazo, con objeto de prepararse para los futuros flujos de transporte previstos, así como hacer posible la descarbonización de todos los modos de transporte;
• optimizar la integración y la interconexión de los modos de transporte y reforzar la interoperabilidad de los servicios de transporte, garantizando al mismo tiempo la accesibilidad de las infraestructuras de transporte.

La propuesta de revisión del Reglamento RTE-T contiene varias novedades, entre ellas:

• velocidades más altas para los servicios ferroviarios en toda la red RTE-T (160 kilómetros por hora para los servicios de viajeros y 100 kilómetros por hora para las mercancías);
• tiempos máximos de espera en las fronteras de 15 minutos para el transporte de mercancías por ferrocarril;
• garantizar un buen estado de navegación por cuenca hidrográfica en las vías navegables interiores de la RTE-T;
• requisitos para el despliegue, en toda la RTE-T, de la infraestructura de recarga y repostaje necesaria para los combustibles de transporte alternativos. Esto significaría una capacidad de carga suficiente para automóviles, furgonetas y camiones a 60 kilómetros de distancia en cada dirección en 2025 en la red principal y en 2030 para las redes principal y global ampliadas;

• proporcionar zonas de estacionamiento seguras y protegidas a los conductores comerciales, equipadas con infraestructuras de combustibles alternativos;

• el uso de tecnologías innovadoras, como la 5G, para avanzar en la digitalización de la infraestructura de transporte, aumentar aún más la eficiencia y mejorar la seguridad, la protección y la resiliencia de la red;
• el aumento de la resiliencia de la RTE-T frente a las catástrofes naturales y de origen humano mediante requisitos relativos a la reducción del impacto del cambio climático y evaluaciones de impacto ambiental para nuevos proyectos, y frente a las consecuencias de un accidente o avería (p. ej., al permitir alineaciones de rutas alternativas a la red principal);

• la exigencia de que 424 grandes ciudades con puertos, aeropuertos y terminales ferroviarios en la RTE-T cuenten con planes de movilidad urbana sostenible para 2025, con el fin de alinear entre sí sus medidas relacionadas con la movilidad (como la promoción de la movilidad sin emisiones y la ecologización de la flota urbana) a lo largo de la RTE-T;

• más centros de transbordo y terminales multimodales de pasajeros en las ciudades para facilitar la multimodalidad, en particular para «el último kilómetro» de un trayecto de pasajeros o de mercancías;
• la conexión de los grandes aeropuertos con el ferrocarril, y en la medida de lo posible también con el ferrocarril de alta velocidad;
• hacer posible que los camiones puedan transportarse en trenes en toda la red.

La RTE-T se completará en tres etapas:

1. Para 2030: culminación de la RTE-T básica con arreglo a las normas vigentes respecto a dicha Red, como, por ejemplo, la electrificación de toda la red ferroviaria y la posibilidad de utilizar trenes de 740 metros de longitud;
2. Para 2040: culminación de la red principal ampliada con arreglo a las nuevas normas, como la relativa a la velocidad mínima de línea de 160 km/h para los trenes de pasajeros. La nueva norma, en particular sobre el transporte ecológico y la mejora de la digitalización, se aplicará en esa fecha tanto a la red básica como a la red básica ampliada. El hito de 204 se ha añadido para acelerar la culminación de la red con vistas a alcanzar las ambiciones climáticas de la UE de aquí a 2050;
3. Para 2050: culminación de toda la red transeuropea de transporte, incluidas las secciones de la red global.

En la mayoría de los proyectos de transporte, la ayuda financiera de la UE no supera el 30 % del coste total subvencionable. Esta proporción puede aumen- tarse hasta un 50 % en el caso de los estudios, las acciones de mayor prioridad y las acciones de doble uso, civil y para la defensa, y hasta un 85 % en el caso de los proyectos cuyos fondos se transfieran del Fondo de Cohesión. Por lo que se refiere a las obras realizadas en las regiones ultraperiféricas, se aplica un porcentaje máximo específico de cofinanciación del 70 %.

Para apoyar las sinergias entre los sectores del transporte, la energía y la tec- nología digital, las acciones encaminadas a alcanzar objetivos en al menos dos de estos sectores pueden obtener una tasa de cofinanciación más elevada de conformidad con un programa de trabajo que abarque al menos dos de estos sectores.

El programa se ejecuta en régimen de gestión directa a cargo de la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructura y Medio Ambiente (CINEA), mediante una combinación de subvenciones, contratos públicos e instrumentos financie- ros. CINEA es la organización sucesora de la Agencia Ejecutiva de Innovación y Redes (INEA) desde 2021.

Beneficiarios potenciales:

• representantes del sector del transporte;
• pequeñas y medianas empresas;
• organizaciones de investigación;
• entidades públicas y privadas establecidas en un Estado miembro o en un país no perteneciente a la UE asociado al programa, o creadas con arreglo a la legislación de la UE;
• organizaciones internacionales.

La información sobre las convocatorias de propuestas para proyectos en el ámbito del transporte se facilita en el sitio web de la CINEA.